Tras su derrota en la anterior guerra con Rusia, Suecia se dedicó a buscar una oportunidad de invertir los resultados. El golpe de estado del propio rey sueco, Gustavo III añadió otro nivel de tensión en el país. Como tantos otros antes y después de él, decidió que la mejor forma de distraer la atención era atacando al enemigo nacional.
La oportunidad surgió a comienzos de 1788 con la guerra ruso-turca. Eso movilizaría a parte de la flota del Báltico que se dirigiría al Mediterráneo y al Mar Negro para apoyar al ejército ruso. El plan era sencillo, la flota rusa estaba dividida en tres apostaderos y además debilitada por el envío al Mar Negro de sus unidades, la flota sueca, concentrada y mejor entrenada debía buscar activamente el combate y destruir las tres agrupaciones antes de que pudieran ser reforzadas.
En junio de 1788 todo estaba listo pero el plan se torció desde el comienzo. La flota rusa aún no se había desplazado al Mar Negro y unos días antes del comienzo de las hostilidades las tres mayores unidades rusas se encontraron con la flota sueca que escoltaba un convoy de tropas. El duque Carl, jefe de la flota, se debatió en la duda de si atacar y destruirlas sin declaración de guerra o si dejarlas escapar. El cumplimiento de las órdenes y su escolta pesaron en su decisión final así que decidió dejarlas y seguir con su escolta. Obviamente dichas unidades volvieron urgentemente al apostadero donde dieron cuenta de los movimientos suecos.
En julio, las flotas suecas y rusas se persiguieron mutuamente buscando un momento para atacar con ventaja. Finalmente, en Hogland, la flota rusa alcanzo a la sueca y la ataco. El almirante Greig, jefe de la flota rusa, trazo un ataque simple, embestir rápidamente a la flota sueca para luego girar formando una línea muy cercana a la enemiga en la que la superioridad de los barcos rusos en el uno a uno decidiera la batalla. El 17 de julio, la flota sueca forma una larga línea, la flota rusa se lanza al ataque pero la inexperiencia de la oficialidad y la falta de viento causa un total desorden en la línea. Greig intenta, desesperadamente, que la flota se acerque a la sueca mientras que esta mantiene la distancia.
Son las cinco de la tarde cuando el Hedvig Elisabeth Charlotta abre fuego sobre la línea rusa.
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Proximo escenario que realizaremos con las reglas de Trafalgar.
La flota rusa es inferior en numero pero sus buques son de mayor porte que los suecos. El buque insignia es un tres puentes de 100 cañones muy superior a cualquier barco que los suecos puedan oponerle. La pega de la flota rusa es la inexperiencia que simularemos con la regla casera DESORDEN.
La flota sueca esta mejor dirigida y dispone de cinco superfragatas armadas con cañones de 24 libras. Simularemos esto haciendo que las cinco fragatas sean VETERANAS.
Historicamente la batalla termino con unas extrañas tablas pues ambos bandos capturaron un buque de 74 cañones al contrario (el Vladislav por parte rusa y el Prins Gustav por parte sueca).
También haremos una regla especial para el escenario pues en la realidad el viento ceso totalmente impidiendo todo movimiento y debiéndose remolcar los buques a golpe de remo.
Saludos,
Andreu
Brutal
he dado a "me gusta"
😀
Si que parece un "al ataqueeeeee" ultimo .... jajaja Parece muy interesante.
le di a "me gusta"