En la era de la posverdad, quizás cobra más sentido que nunca, mostrar a grandes personajes de la Historia, que sean maestros de humanidad. Esto no significa hablar de un ser legendario, o como se diría ahora, un superhéroe, donde se exageran sus virtudes y se silencian sus defectos. No. Porque no sería verdad lo que se muestra y sobre todo, porque sería poco humano. Sino de mostrar al personaje como es, con sus luces y sus sombras. Para aprender de todo lo bueno que ha hecho, incluso de lo malo. Para no caer en esos errores.
Educativamente hablando es algo que impacta en nuestra formación, a todas las edades. Pero sobre todo en la niñez, donde tenemos más capacidad de asombro. Y supone una huella muy fuerte, si mostramos atención e interés.
Uno de estos grandes personajes es Junípero Serra.
Miguel José, nombre con el cual fue bautizado, es un misionero español nacido en 1713 en Petra (Mallorca) que fundó en Estados Unidos 9 misiones y mantuvo otras que ya estaban en marcha. Por este motivo, es el único español que tiene una estatua en el Capitolio de USA, ese monumento que aparece en las películas americanas y que tiene una gran cúpula blanca. Allí aparece Junípero, representando a California. De hecho, le llaman el “Padre de California”. Desde el 23 de septiembre de 2015 es santo en la Iglesia Católica.
¿Qué legado deja a USA, Méjico, España y a la Iglesia?
Por un lado, ayudó a la independencia de Estados Unidos, apoyado por España. Haciendo colectas de dinero, que envió para ayudar a la causa independentista de las 13 colonias de la costa Este. Esa causa triunfó en 1781.
Además, es el Padre o fundador de varias misiones de USA, que luego serían las ciudades más grandes, importantes e influyentes de la costa Oeste de Estados Unidos: Los Ángeles, San Luis, San Francisco, San Diego, Sacramento, etc. En Méjico son las 5 misiones franciscanas fundadas bajo su supervisión, de la Sierra Gorda de Querétaro. Construidas entre 1750 y 1760. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2003.
Además es modelo de vida cristiana, por haber vivido todas las virtudes humanas en grado máximo, como hizo Cristo y por ser modelo de entrega en su labor de misionero. El papa Juan Pablo II lo beatificó (paso previo a ser santo) el 25 de septiembre de 1988. El 23 de septiembre de 2015 el papa Francisco lo canonizó. Es decir, le hizo santo (persona muy cercana a Dios).
Le llamaban el “Apóstol de California” o “Padre de California”, porque gracias a él se pusieron las bases para la fundación del estado de California de USA.
Recientemente en California ha habido actos vandálicos contra sus esculturas, por querer hacerle responsable de supuestos abusos contra la comunidad indígena. Basta escuchar o leer la vasta sabiduría de Elvira Roca Barea, para entender que estos comentarios son fruto de la “leyenda negra”. La realidad es que el exterminio y abuso de los indios de américa fue, en gran medida, obra de los colonos ingleses y sus descendientes. Que los mataron o confinaron en las reservas para indios, en condiciones lamentables.
artículo del autor del libro: Álvaro Gil Ruiz
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